Hoy, 1 de noviembre, día de Todos los Santos, día de Difuntos y Calaveras, los Liquidadores continúan practicando su oficio entre San Andrés y Coyoacán, en el Distrito Federal. Preparan nuevas canciones y actuaciones, frecuentan la plaza grande de los Coyotes, bailan el "Cielito Lindo" en la terraza de Los Danzantes, junto al distinguido público asistente y las parejas agarradas. Este lugar es una feria permanente, un espectáculo de ciudad con sus gentes a caballo. Aquí el Diablo no se disfraza; máscara y serpiente están a la vista. El Diablo os ama y os promete que seréis dioses; anda suelto en esta feria y te espera allá donde se vea el fuego y la jarana. El lugar está abarrotado. "Hoy tengo el diablo en el cuerpo", canta y ríe La Lupe, mientras baila con delirio y lujuria. Se emborracha para limpiar su espíritu y facilitar el apareamiento.
No fueron bien recibidos al llegar, son personas venenosas, les dijeron al verlos. Eran jinetes por el altiplano con rotundo sonido, espuelas de plata y revolver al cinto. Sombrero ancho de blancos bordados. El día de fiesta merecía las mejores galas, y los jinetes llegaron para festejar hasta el hervor. No reservaron para luego, no redujeron los esfuerzos, hicieron fuego y jarana, los danzantes se entregaron tal y como saben hacerlo, y por supuesto, siempre hidratados con buen pulque mezclado, batido, trenzado en distintos sabores. Después sacaron las máscaras, gritaron Guayaquil y trituraron todo el mezcal a su alcance, eran ellos, Don José Liquidadores, libertadores por igual. No hay relleno en el suelo que aguante los cimientos cuando los danzantes liquidadores disfrutan las canciones.
Santo Veneno debieron beber aquel día los Liquidadores, porque cayeron al suelo con una mueca de satisfacción. ¿Hay algún médico en la sala?, preguntó alarmada la fichera más joven del local. Son serpientes venenosas, repitieron, llamen mejor a la policía. Afortunadamente, Latinoamérica, en su cortesía y amabilidad extremas, cuidó bien a los muchachos por donde fueron. Un taxista se ofreció a recogerlos del pavimento, subir sus cuerpos al automóvil, y devolverlos al lugar de donde procedieran. ¿Van bien ahí atrás muchachos? ¿A dónde les llevo? A cualquier sitio donde podamos seguir libertando a nuestro paso. Somos danzantes del santo veneno, buscamos nuestra noche de fuego y nuestro oficio es sagrado, recuérdelo bien, somos libertadores y serlo es nuestro derecho. Tocados por la mano de Dios o del Diablo, o eso quisieran, los Liquidadores esperan que se les conceda por fin su gran noche de fuego. Suponen que algún día se les otorgará, le piden pocas cosas a los Dioses o al Diablo.
Rocknroll, fandangos y surf, para todo tipo de fiestecitas. Hacen garaje, psychobilly, y alguna que otra jota. También
spaguetti western endemonidado y cancionero latinoamericano.
The Shivas deliver a set of righteous three-chord wonders with a mean streak that will always be to the tastes of a certain doomy subset of ‘60s rock fans. Bandcamp Album of the Day Oct 29, 2019
Combining wry, cutting lyrics and whimsical arrangements, the Canadian art-rockers' latest is a tilt-a-whirl of a breakup album. Bandcamp New & Notable Mar 14, 2019
Super tough hard rock with spoken word interludes and an experimental bent featuring members of San Francisco's early punk band Crime. Bandcamp New & Notable Oct 27, 2017
Lo-fi, low-key garage punk with submerged female vocals sounds like a long lost volume from the "Girls in the Garage" series. Bandcamp New & Notable Sep 1, 2017